Pinus Sylvestris – Pino silvestre
Lo más notorio de este estado es el sentimiento de culpa que conlleva. Esta culpabilidad puede tener origen en alguna situación reciente pasada o incluso inconsciente. Por este último motivo se ha llegado a relacionar este sentimiento de culpa con componentes arquetípicos (pecado original).
Se trata en general de gente muy escrupulosa y que se impone normas muy rígidas, por lo que nunca están satisfechas de sus propios logros. Ante la menor contrariedad se recriminan el que deberían haberlo previsto todo de antemano y, naturalmente deberían haberlo hecho mejor. El auto reproche es una constante de esta persona.
Son humildes y tienen una tendencia enfermiza a disculparse continuamente. A menudo se sienten responsables por errores cometidos por otras personas y asumen las culpas ajenas.
El estado caracterológico de estas personas está muy relacionado con una infancia castradora, tanto debido a una educación religiosa rígida y culpabilizadora (concepto de pecado), como a unos padres dominantes y tiránicos.
Esto sería el motivo por el que con frecuencia se ven estos estados acompañados de una especie de temor infantil e inseguridad. Se desvaloriza y es poco generoso consigo mismo. En el fondo, se disculpa interiormente por el mero hecho de haber nacido.
En lo más íntimo y de manera subliminal no está convencido de tener derecho a la vida, motivo por el cual se menosprecia y deambula por ella con "su cruz a cuestas".
Esta persona tiene muy arraigados los conceptos del bien y del mal y a veces posee un rígido matiz religioso. A menudo cuando el castigo que reclama inconscientemente no viene de "arriba" muestra una morbosa tendencia masoquista a sacrificarse por ejemplo en un trabajo embrutecedor o con un compañero sentimental desconsiderado.
Muchas veces dan amor sin reclamarlo o aceptarlo a cambio, debido a su sentimiento de indignidad y no merecimiento, lo que los lleva a un empobrecimiento personal todavía mayor. Existe la posibilidad de que en enfermedades o síntomas de larga duración que no ceden a ningún tratamiento en el fondo haya un patrón de auto castigo.
Incluso se podría ir más lejos y especular con la posibilidad de una motivación anterior al nacimiento, la cual se haría patente en una condición o un síntoma simbólico, producto de errores anteriores y cuya finalidad seria la de instrumentar el aprendizaje.
Esta persona con sus autodestructivos patrones de culpa no sólo se perjudica a sí mismo, sino también a su entorno. Quien no se ama a sí mismo difícilmente puede hacerlo con los demás.
Los niños con esta personalidad a menudo son los chivos expiatorios de su clase y aceptan el castigo sin protestar por travesuras que no han cometido.
La alegría de vivir en estas personas se experimenta con cuentagotas, por lo que con frecuencia se muestran apesadumbrados, abatidos, cansados. Muchos cuadros melancólicos así como personas obsesivas mejoran al tomar este remedio. Al enfermar, su sentimiento de culpa tiende a aumentar ya que no pueden cumplir con su deber hacia su familia la empresa o lo que sea.
Sus tendencias psicosomáticas van en la línea del pesar, desaliento, depresión, angustia, desdicha, autocrítica, remordimiento y auto castigo. Masoquismo e incluso accidentes reiterados.
El auto castigo puede producir un dolor, una secreción o algo que implique un castigo. Suelen ocurrir trastornos en el área digestiva y con dolores de cabeza incluso si el auto reproche está relacionado con hijos, por ejemplo; entonces la anomalía puede desarrollarse en un pecho o en el aparato reproductor.
El tratamiento con Pine es para las personas inseguras que se sienten sobrepasadas por sus responsabilidades. Ayuda a superar el sentido de culpa de los que se reprochan actos del pasado y se disculpan constantemente.
La toma de Pine nos permite asimilar los tropiezos de la vida como experiencias sin sentirnos agobiados ni auto reprochamos nada. Pine nos permite comprender que aunque nuestra alma sea perfecta, nuestro cuerpo y nuestra persona no lo son en la misma medida y que venimos a este mundo a aprender y a mejorar, a menudo, en base a nuestros errores.
Para quienes siempre se culpan a sí mismos. Incluso cuando han tenido éxito piensan que podrían haberlo hecho mejor y nunca están satisfechos de sus esfuerzos o de sus resultados. Son grandes trabajadores y sufren mucho por los errores que se atribuyen. A veces, cuando hay un error, aunque sea cometido por otra persona, ellos se adjudican la responsabilidad.
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