Heather - Flores de Bach

Calluna vulgaris - Brezo

Es el tipo de personas en los hay un excesivo centramiento en si mismos, lo que se traduce en una necesidad de ser el centro de atención en todo momento.
Este centramiento determina una auto observación exagerada. Es el típico enfermo hipocondríaco con una inagotable lista de pequeños trastornos como mareos, palpitaciones, problemas digestivos, etc. Un elevado porcentaje de lo que la medicina alopática denomina enfermos psicosomáticos está representado por esta persona.

Siempre están muy pendientes de sus necesidades de recibir, respondiendo a la imagen del niño necesitado, pero no son proclives a dar, para ser más exactos, no dan nada.
De este modo establecen relaciones desiguales habiendo sido comparados a un “vampiro energético”. En su actitud externa destaca por acaparar la atención hacia su problemática generalmente afectiva.

Hablan rápidamente, sin medida y a menudo quejumbrosamente, no importándoles para nada sus interlocutores. No son selectivos en la elección de ellos y no saben escuchar, por lo que la gente tiende a huir de ellos.

Hay en esta persona una clara tendencia a la exageración, sobre todo en temas emocionales. Subyace generalmente una infancia con falta de afecto en el entorno familiar lo que lleva en la edad adulta a un permanente reclamo afectivo y a no soportar la soledad.

Si bien este estado puede encontrarse de forma crónica, dando un tipo de personalidad, también puede ser un estado transitorio en momentos en que la persona se siente debilitada; ve sus problemas difíciles de resolver y busca el amparo de los demás. Cuando están en grupo, monopolizan las conversaciones llevando los temas al terreno de lo que les pasa a ellos.

Suelen acercarse mucho al otro para hablarle. Si la otra persona da un paso atrás, ellos lo dan hacia adelante a veces hasta suelen sujetarlo para que no se escape.
Esta persona puede ser extrovertida o introvertida. En el caso de una persona introvertida, la preocupación recae sobre su cuerpo, sus enfermedades, hasta el punto de caer en la hipocondría.

La necesidad de obtener compañía deriva en ocasiones en el desarrollo de enfermedades, las cuales necesitan de atención permanente de los que los rodean.
Tienen casi siempre cantidad de pequeños problemas. Un día les duele la espalda, otro se les cae el pelo, problemas digestivos, mareos, migrañas, ataques de asma, crisis histéricas, depresiones, etc. Van cambiando de uno a otro y muchas veces se solucionan.

Actitud inmadura emocional de no saber que lo que se recibe es exactamente lo que se necesita y que no es necesario pedir. Las personas en estado negativo, al tomar este remedio, evolucionan del niño necesitado que sólo quiere tener, al adulto que también puede dar.
Tratamiento ideal con Heather para los ego céntricos, interesados únicamente en su propia vida. Su locuacidad necesita oyentes. Llevan una vida social muy activa y no toleran la soledad. Facilita, la apertura a la tolerancia y a la comprensión hacia los demás.

Para quienes están constantemente buscando la compañía de cualquiera que esté disponible, pues les resulta necesario discutir sus propios asuntos con los demás, sin importarles quienes sean. Se sienten muy infelices si tienen que estar solos por algún tiempo.

El aspecto positivo de este remedio es el aprender a escuchar y a escucharse. Fundir el amor por si mismo con el amor incondicional hacia los demás. Permite aprender la lección de que para recibir es necesario dar y compartir. Poder pasar del monólogo al diálogo.

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