Gorse - Flores de Bach

Ulex europaeus - Aulaga

Este tipo de persona ha perdido la capacidad anímica de la esperanza. A este estado mental se llega después de un período de sufrimiento donde probablemente predominaron otras situaciones como el miedo o la tortura física o psíquica.
Estas vivencias le llevaron a abandonar toda esperanza dejando de luchar y cayendo en la desesperación, resignación o renuncia.

Hay una actitud pesimista que genera una postura expectante interior negativa, lo que refuerza y afianza la enfermedad o la situación traumática. Este hecho aparta cada vez más a la personalidad de su YO Superior.
Algunas personas bajo este patrón negativo, esperan en el fondo que ocurra un milagro exterior, un cambio favorable, en lugar de reconocer que la curación sólo puede venir del propio interior.

Sus tendencias psicosomáticas están en la dirección de patologías generalizadas que afecten a cualquier órgano o sistema. Enfermedades que producen falta de confianza y desesperación, que podrían ser curadas y que se repiten a lo largo del tiempo, produciendo aceptación de la condición. Estados crónicos de cualquier desarreglo físico-psíquico.

El tratamiento con Gorse está indicado para quienes carecen de fe y piensan que todo es en vano. Para el desaliento y desesperanza profunda.
Levanta el ánimo y enseña a apreciar lo que se tiene. También debe ser administrado este remedio a aquellas personas que tienen el convencimiento de que están condenadas a padecer una vida entera llena de sufrimientos, debido a una condición heredada, cosa bastante aproximada a la realidad en muchos casos.
La toma de GORSE restablece la voluntad y el deseo de lucha.

Aporta participación en el proceso de curación. Permite reconciliarse con las ideas de sufrimiento.

La toma de GORSE permite comprender que jamás se debe decir "nunca" y que puede permitirse albergar esperanzas aún en las situaciones más adversas.
Es importante este remedio en enfermedades crónicas, en pacientes dializados, dependencia insulínica, asmáticos, adictos, deficiencias inmunológicas, esclerosis en placas, cáncer, SIDA. Melancolía y en algunas depresiones. Generalmente estos pacientes padecen una desesperación por el tratamiento prolongado al
que deben someterse.

GORSE es un remedio de gran valor en las enfermedades de larga duración, en las que aparentemente ha cesado el progreso de la mejoría.

Al inicio de enfermedades que se preveían largas y complicadas, tales como cáncer, SIDA, etc. su administración da la esperanza de alivio, lo que constituye el primer paso para el restablecimiento de la salud.

Es el tratamiento para una enorme desesperanza. Para los que han abandonado la fe y ya no creen que se les pueda ayudar. Sólo bajo persuasión o para complacer a otros se someterán a diferentes tratamientos, pero asegurando que hay muy pocas posibilidades de alivio.

El aspecto positivo de esta persona hace que pueda sacar de su interior nueva fuerza y esperanza volviendo a estar preparada para participar en su propio destino. Comprende que todo se desarrolla según la Ley interior y a pesar de todas las contrariedades sigue adelante. Aprende a sufrir sin quejarse porque reconoce que a través de las pruebas y experiencias aprende más.