Ulmus procera – Olmo Blanco
Se trata de personas generalmente dotadas de una capacidad y sabiduría superior a la media. Dadas sus aptitudes y general altruismo, desempeñan actividades de responsabilidad, dejándose llevar a situaciones en que se les considera imprescindibles y de las que creen que no pueden sustraerse.
Aunque a veces el trabajo de esta persona no sea objetivamente importante, es la propia persona que se considera importante, ya que tiene una imagen idealizada de sí misma. A menudo deben tomar decisiones importantes y mantener un alto ritmo de trabajo.
Es gente que desempeña una tarea vocacional siguiendo su llamada interior y redundando esta tarea en beneficio de los demás y lo hacen realmente bien, Pero es precisamente el exceso de responsabilidad que tienen y que asumen lo que les lleva en ocasiones a sentirse abrumados por la obligación que han contraído y son asaltados por la duda y el abatimiento, la depresión o el cansancio.
Súbitamente se sienten agotados e incapaces y tienen la sensación de no estar a la altura de la misión encomendada, de estar fallando.
Se debilita así, de forma pasajera, su sentimiento de valía. Hay momentos en que la mente y el cuerpo exigen descanso y esparcimiento y ya no sirven las motivaciones más fuertes. Es en este momento cuando pueden abandonar y echar por la borda años de buena gestión.
Sus tendencias psicosomáticas apuntan al cansancio, a veces hasta agotamiento. Sensación de falta de energía a nivel físico para seguir con la tarea. Sensación de incapacidad psíquica, no sentirse bien en ninguna parte. Tensión a nivel general en el cuerpo.
El patrón negativo de este tipo de persona consiste en que la persona se identifica con su papel social y no sigue las indicaciones de su Yo Superior en lo que a moderación y descanso se refiere.
Da demasiada importancia a lo que los demás esperan de él y no entiende que en primer lugar es responsable de sí mismo.
La enfermedad, el cansancio, o la depresión son, en esta fase, advertencias del error que se está cometiendo. Conceden demasiada importancia a la realización y al cumplimiento práctico de las cosas, teniendo además un rígido concepto sobre la perfección y el idealismo como algo absoluto.
El tratamiento con Elm es para serenar y equilibrar cuando la persona se siente sobrepasada por sus responsabilidades y teme perder el control. Útil en cuadros sicóticos.
Ayuda a soportar los dolores físicos extremos, cuando la persona suele decir "este dolor me abruma, no resisto más...”
Al actuar sobre un estado pasajero, es un remedio que se caracteriza por la rapidez de su acción.
Para aquellos que están haciendo un buen trabajo, que están siguiendo la vocación de su vida y esperan hacer algo de importancia, frecuentemente en beneficio de la humanidad.
A veces pueden tener momentos de depresión, cuando sienten que la tarea que han emprendido es demasiado difícil y sobrepasa el poder de un ser humano.
El aspecto positivo de estas personas da fuerzas a los fuertes en sus momentos de flaqueza. Los trae a la realidad y retorna la seguridad de estar a la altura de las circunstancias. Da la confianza en que la ayuda vendrá en el momento que sea necesaria.
Al mismo tiempo la toma de Elm ayuda a ver los problemas en su verdadera proporción y a planificar el trabajo teniéndose más en cuenta, asumiendo responsabilidades que realmente se puedan asimilar.
También ayuda a comprender que lograr la perfección no hace falta convertirse en ninguna imagen idealizada.
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