Esta meditación trabaja la entrega, el amor incondicional. Te abre al flujo del universo dándote proyección, creatividad y poder en la palabra, en el verbo. Además te protege e intenciona tu ser para recibir, dar, expandir. Trabaja todos los chakras. Abre la capacidad de decir lo que uno siente, para verse y autocriticarse; verse al espejo lo bueno y lo malo.
Yo soy es la totalidad, es la conexión directa con el infinito.
Indicaciones:
1.- Lleva las manos en mudra de oración al pecho y repites en silencio el mantra:
“ Yo soy, yo soy, yo soy”
2.- Mudra en el timo y repites en silencio
3.- Mudra en la garganta y repites en silencio
4.- Mudra en la boca y repites en silencio
5.- Mudra en el entrecejo y repites en silencio
6.- Mudra en la frente y repites en silencio
7.- Mudra arriba en la línea del pelo y repites en silencio
8.- Abres el mudra como una copa y repites en silencio
9.- Manteniendo la copa repites en silencio “ Wahe Gurú Wahe Gurú”
10.- Comienzas a bajar los brazos hacia los lados y repites en silencio “ Wahe Gurú Wahe
Gurú”
11.- Sigues bajando hacia los lados, manos en gyan mudra, las palmas miran hacia afuera,
protegiéndote, y repites en silencio “ Wahe Gurú Wahe Gurú”
12.- Bajas los brazos cerca del corazón para comenzar a acercar las manos y repites en
silencio “ Wahe Gurú, Wahe Gurú”
13.- Juntas las manos en copa al centro del pecho y repites en silencio “ Wahe Gurú, Wahe
Gurú”
14.- Junta las manos en mudra de oración y repites en silencio “ Wahe Gurú, Wahe Gurú”
15.- Y comienzas el ciclo de nuevo, ahora lo haces entero en susurro
16.- Y comienzas el ciclo de nuevo, ahora lo haces en voz fuerte.
17.- Y comienzas el ciclo de nuevo, ahora lo haces en susurro.
18.- Y comienzas el ciclo de nuevo, ahora lo haces en silencio.
19.- Para terminar : Inhala…retén…exhala y llevas las manos en el regazo y te quedas
sientiendo unos momentos.
Wahe Gurú: "Estoy en éxtasis cuando experimento la Sabiduría indescriptible"
A practicar la Unidad desde el Corazón
La humanidad va hacia la manifestación de la unidad desde el corazón.
Unidad con cada ser humano, con cada ser, con cada objeto, con cada célula, con cada átomo.
Pronto sabrán con claridad lo que sus células necesitan y les están pidiendo.
Esta realidad que han esperado por tanto tiempo está ante ustedes. Sólo tienen que anclarla en el planeta.
¿Cómo? Practicándola. Viviéndola como su realidad ahora.
Por ejemplo, elijan a una persona con la que no tienen afinidad o empatía, alguien a quien ustedes han juzgado o juzgan como “equivocada”. Visualícense riendo y disfrutando con esa persona. Compartiendo un rato en común en armonía y compañerismo. Si les es difícil, háganlo de a poco. Vayan construyendo las escenas en la medida en que puedan. Agreguen nuevos detalles cada día. Llegará un momento en que se encontrarán físicamente con esa persona, y esa energía armónica que fueron generando se hará presente y se manifestará así simplemente sin esfuerzo.
Todos somos uno. Esto no es una frase bonita, es una verdad. Vivan esa verdad como si la hubieran vivido siempre. Si en algún momento reaparece en ustedes la antigua forma de actuar, sean compasivos con ustedes mismos y sus viejos hábitos. Sonrían y vuelvan a empezar.
La unidad no es algo que llegará desde afuera algún día. La unidad se crea internamente y luego se manifiesta en el “afuera”.
¿Es su deseo vivir en unidad, armonía, paz y amor? Pues entonces háganlo. No esperen que el reino angélico se los entreguen en un paquete de regalo.
Ustedes son los creadores de su realidad. Todas las condiciones externas ya están dadas, sólo falta la manifestación plena.
Atrévanse a vivir la vida con la que sueñan, ahora. Y al decir ahora, estamos diciendo ya, en este instante.
Inhalen la nueva realidad y exhalen la antigua con cada respiración.
Viven un momento maravilloso de potencial infinito. Sean ustedes hoy quienes desean ser mañana. No hay nada externo que se los pueda impedir.
En el Amor Uno con ustedes siempre
Gabriel
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